Placer en el camping, cap 2
Me desperté con la luz que se filtraba por las rendijas de la persiana, estaba completamente relajada tras el orgasmo nocturno de mi fiel satisfyer, no me cansare de decirlo, es el mejor regalo que me han hecho jamás.
Me vestí rápidamente tras una ducha y cogí el metro, el problema de no tener coche en Madrid y querer comprar cosas del Decathlon es que estas limitada a pocas tiendas, una de ellas, mi favorita es la que esta al lado de Atocha. El surtido es mas limitado pero lo básico lo tienen.
Me había puesto un vestido fresco con unas sandalias y un sombrero para evitar el sol del verano que aunque me guste ponerme morena es bastante molesto.
Llegue a la tienda y empecé a deambular por allí, mirando las cosas del camping como si fuera tonta, varillas, mazos, esta claro que es un mundo aparte. Al final cansada de dar vueltas le pregunte a una chica de la tienda, era morena un buen tipo y un culo de infarto, de esos que se curran mil sentadillas al día, no me importaría que me hiciera alguna encima de la cara. Apartando mis pensamientos obscenos con la dependienta intente explicarle mi plan y que no tenia un presupuesto enorme, me mostro una tienda que se monta sola muy económica y un saco ligero para cuando cae relente por la noche en la playa. La tienda que plegada parecía un platillo volante se me antojo muy aparatosa para el viaje en bus, así que me enseño otra que si había que montarla pero que era mucho mas compacta y además era mas barata, era el minipiso de las tiendas. Me decidí por esa y me pregunto con esos ojos castaños que si tenia colchón, yo si que te tiraba en el colchón y te hacia un traje de saliva. Claro que no tenia colchón de camping, estaba muy buena pero no escuchaba mucho. Me enseño en otra estantería las colchonetas, que si autoinflables, con bomba, etc…. al final elegí una que cubría todo el suelo de la minitienda y que tendría que pedir una bomba para hincharla, pero como me dijo Lucia, así se llamaba la dependienta de culo de acero, en los campings te prestan casi lo que necesites.
Al final la broma fueron casi 100€, casi como un par de noches de hotel baratito, la mochila para meterlo todo me la dejaría algún conocido.
Me fui desnudando en mi mente a Lucia y me encamine a casa a dejar todos los trastos que habia comprado. Empece a plantearme si habia sido una buena idea.
Al llegar estaba toda sudada del paseo acarreando la tienda, el colchón y el saco de dormir, lo tire todo en la entrada y me quite allí mismo la ropa, de cabeza a la ducha, tenia sesión de depilación en una estética nueva que habían abierto en el barrio hacia un par de semanas dos chicas dominicanas y casi que llegaba tarde, pero me daba palo ir toda sudada. Me calce unos shorts, camiseta y las sandalias y de vuelta a la calle camino de la tortura que es la depilación.
Por suerte estaba cerca y no me dio tiempo a romper a sudar de nuevo cuando cruce la puerta con el característico ding dong electrónico del sensor que advertía de mi intrusión. «Un momento» oi desde detrás de una cortina, el lugar tenia el olor característico a cera, cremas y demás potingues, pero con un toque afrutado. Se descorrió la cortina apareciendo Yasnely como se presento, joder vaya pibon que me iba a tocar en suerte. La piel brillante de un tono chocolate con leche que quitaba el sentido, unas curvas que ni las de un puerto de montaña y una sonrisa perfecta, blanca como la leche. «Dime que puedo hacer por ti», solo su acento caribeño me empezó a mojar el tanga. Pues tenia hora para depilarme, «a ver que vea la hora que tenias», ahh si, aquí estas te dio cita Yuli, pero hoy no esta, así que si no te importa te atiendo yo», sin problema diosa de ébano pensé y casi se me escapa, «no perfecto, es la primera vez, así que no me importa».
La mirada de Yasnely tenia algo que me derretía, «bueno pasa por aquí» descorriendo un poco la cortina pero permaneciendo en su dintel, para pasar me tuve que pegar mucho a ella, y me llego ese aroma afrutado que había olido antes. vi que había dos cabinas, una totalmente recogida y apagada y la otra con todos los elementos para la depilación. Pase y me pregunto que partes iba a depilarme, las piernas tengo la costumbre de pasarlas a cuchilla pero el resto siempre con cera, «pues menos las piernas todo, ya sabes ingles, axilas y bigotillo». «Estupendo» contesto ella con una sonrisa que parecía eterna, «pues quítate la ropa y vamos al tema», «las ingles quieres depilado integral, o solo lo que sale por el bikini, y la zona del ano, también la depilamos», joder que preguntas mas directas que me hacia mi nueva imagen mental para la masturbación. «Pues integral chica, porque me he propuesto ponerme un tanga brasileño y eso no deja lugar a nada», empezó a reírse, «si es verdad, no puedes tener un solo pelo con esos tangas, bueno súbete a la camilla cuando estés lista». Me quite todo y al hacerlo note que me había mojado como una perra, y ella lo iba a notar, se me subió toda la sangre a la cara y mas roja no podía estar, subí a la camilla y me tumbe boca arriba. «Abre las piernas», las abrí como si fuera una rana y empezó a pasarme una rasuradora eléctrica, dejando toda mi vulva como si tuviera esa barba de tres días que tanto me gusta en los tíos. Cuando la rasuradora con su vibración paso sobre la zona pegada a mi clítoris no pude evitar lanzar un ruidito, algo entre un jadeo y un gritito, me puse mas roja si cabe, la mulata me miro y sonrió «no te preocupes es normal, esta maquina vibra mucho», terminado el rasurado empezó la tortura de la cera, tira tras tira, estirón tras estirón me dejo el conejo completamente despeluchado, curiosamente al principio se me había bajado la calentura pero las manos expertas de Yasnely y su sobeteo hacían que volviera a estar chorreando.
Cogió una crema posdepilatoria y comenzó a aplicármela por todo el coño abierto, y cuando llego a la parte mas cercana a mi clítoris volvió a escapárseme el gemido delator de mi calentura. Yasnely debió ver como caían las lagrimas de mi lubricación desde mi vagina hacia la camilla y llegando a mi ojete. Me estaba poniendo super cachonda. «No te preocupes por la reacción de tu cuerpo» me soltó, «es muy normal». Yo no sabia si evaporarme o intentar tirarme a esa mujer que me estaba poniendo tan cachonda. «Date la vuelta que hagamos el culito», me di la vuelta y me quede como para que me dieran un masaje, mas tiesa que un garrote. «Pero mejor ponte con el culito hacia arriba, asi te lo podre hacer mejor», vamos que me pusiera casi como en la postura del perrito, levante el culo apoyándome en las rodillas, «así», «si pero si te abres los carrillos me facilitas el trabajo», joder, si que iba a parecer que me iban a joder el culo pero de otra forma. Aplico la cera en varias tiras y salí todo el poco bello que había alrededor del ano, cuando creía que había terminado me empieza aplicar la crema, sus dedos se deslizaban por el interior de mis nalgas, y uno de sus dedos se apoyo sobre mi ojal, haciendo un leve presión, y paso lo que tenia que pasar, ahora si que se me escapo un gemido a tope, y el esfínter de mi ano reacciono a la presión abriéndose lentamente. Ella entendió que yo estaba a mil y avanzo un poco mas con sus dedos, el que estaba visitando mi culo se introdujo levemente solo la primera falange del dedo, el gemido fue mas que una invitación a entrar, mientras otro de sus dedos se apoyo en la entrada de mi vagina y se escurrio con la crema y el torrente de mis flujos dentro de mi. «Veo que te gusta, ¿quieres un final feliz?», siiiii pude balbucear, «bueno eso serán 20 € mas ¿entonces lo hago», joder la muy puta me iba a cobrar por pajearme pero como le iba a decir que no con sus dedos en mi culo y coño, «sin problema, dale caña».
Yasnely sabia hacer feliz a las mujeres estaba claro, y mas cuando termino de meterme su dedo lubricado en mi culo y coño, empezando una follada rítmica con sus dedos, con otro empezó a hacer circulos en mi clítoris. El placer que me estaba dando era la leche, pero lo mejor estaba por llegar, siguió dándole a la masturbación feroz de mi clítoris y la penetración a mi vagina, metiendo dos dedos en lugar de uno, eso me hacia sentir llena, retiro su dedo de mi culo y en su lugar aplico su lengua en mi puerta trasera, ¡Oh dios mío! hacia tanto que no me comían el ojal que me derretí en el acto, esta tía si que sabia lo que hacia, sus carnosos labios envolvían su lengua que me follaba el culo literalmente, comencé a mover mis caderas marcando la follada y agarre su cabeza contra mi ojete, su lengua se metía en mi culo mientras el orgasmo me recorría todo el cuerpo.
Saco su cara de mi culo y retiro sus manos de mi coño, caí sobre la camilla rendida del placer que la mulata me había dado.
«Bueno aún falta el bigotillo y las axilas, ¿seguimos?» me dijo como si nada hubiera pasado entre nosotras.
«Si claro, terminemos» me recompuse y termino el trabajo para el que había venido.
Al acabar me levante y con el coño bien descargado de pelos y de orgasmo me vestí. Yasnely me estaba esperando en la parte de adelante, corrí la cortinilla y allí estaba con su sonrisa. «¿quedaste satisfecha con el servicio?» me pregunto irónicamente, «satisfecha es poco, hacia mucho que no me comían el culo y me ha encantado», ella sonrió aún mas si cabe, «es mi especialidad, cuando quieras puedes venir, y si tu me lo haces a mi te saldrá gratis», sonriendo pícaramente, yo ya estaba caliente otra vez y le solté «pues te lo hago ahora mismo y así este me sale gratis que me tengo que ir de vacaciones y me hace falta el dinero», Yasnely abrió los ojos almendrados al máximo, «vamos entonces». La mulata cerro la puerta de la tienda y puso el cartel de «Cerrado», paso a la cabina y yo tras ella, se me agolpaba el calor en el clítoris, por el tratamiento recibido y pensando que me iba a comer a aquella diosa de ébano. se quito la bata que llevaba y deslizo un tanga de hilo que no cumplía ninguna de las funciones que se suponen a la ropa interior y se subió ágilmente a la camilla poniéndose de rodillas apoyando su torso en la camilla y abriendo sus poderosas nalgas con sus uñas de manicura de gel apuntando con ellas a su puerta trasera.
Me acerque a ella comenzando a acariciar sus nalgas y sin muchos preámbulos tocando la raja notando la humedad que destilaba, su olor almizcleño mezclado con los aromas de frutas me envolvían. Abrí sus labios dejando a la vista su hinchado garbancito, lo capture entre mis dedos y comencé a masajearlo, «Aaahhh» la mulata gimió de placer, «cómeme el culo puta», hay que ver con lo modosita que parecía la so guarra, seguí dándole caña al clítoris y empecé a meter un dedo, luego dos, hasta tres en su coño, lo tenia bien dado de si, era muy elástico, y cada vez gemía y bufaba mas fuerte. » Que me comas el culo so puta, no me hagas correrme si comértelo zorra», estaba claro que lo quería por encima de todo, se clavaba las uñas en las nalgas abriendo a tope el canal de su ojete, fui acercando mi cara a su agujero negro, empecé a lamer sus nalgas alrededor de sus garras que se clavaban en su carne, empezó a suspirar mientras gemía, «si cómelo» me empezó a suplicar. Iba haciendo circulos con mi lengua alrededor de sus uñas, besando con mis labios los cachetes, su ano se abría y cerraba de forma ansiosa mientras iba lamiendo la zona alrededor de la estrella que marcaba su ojal. Ella gemía con mis dedos trabajándose a placer su clítoris y vagina cuando por fin pegue mis labios a su ano, y comencé a lamer y a empujar mi lengua dentro del agujero oscuro de la mulata, «aaahhhh» gimió con fuerza «oooo si cómemelo blanquita», parece que le excitaba mucho que fuera blanca porque hacia mucho énfasis en la palabra «blanca», mmmmmm tenia el culo divino, he de decir que es una de esas cosas que a mucha gente le parece asquerosa pero que a mi me encanta, eso y una buena lluvia dorada en mi boca es lo mas guarro que he llegado a hacer, cuando lo pienso en frio me doy cuenta que el sexo me lleva mas allá de los limites razonables.
Deslizaba mis dedos por su coño dilatado mientras follaba su ojal con mi lengua, y decidi cambiar un poco de plato, le saque los dedos del coño con un ruidito de desaprobación de la mulatona y enterré mis labios en los suyos, mmmmmm estaba deliciosa sus jugos eran divinos con un toque dulzón y se notaba que esa mañana no se habría duchado y había orinado hace no mucho, el sabor de la orina fresca es algo que una vez que pruebas no lo olvidas. mis dedos llenos de flujo apretaron sobre su ojal y se deslizaron suavemente en su ano. Eso si que le encanto, «si blanquita, follame el culo», definitivamente esta mujerona me iba a comer mucho el culo y yo a ella, lo presentia.
Empezó a moverse de forma frenética, follandose con mis dedos su culo hambriento, le coloque un tercer dedo y se lo trago sin mas, «méteme mas», le coloque el cuarto y también lo admitió sin problemas, continúe follandola el culo sin descanso mientras me bebía su coño, que era una fuente inacabable de líquidos, caían mezclados con mi saliva en la camilla deslizándose sobre su clítoris al que pase a capturar con mi lengua y meter los dedos de mi otra mano en su coño en una doble penetración manual de sus orificios. «Méteme el puño en el culo zorra», joder eso si que me dejo loca, pero no iba a decirle que no con el gusto que me había dado, saque mis dedos y los puse alrededor de mi dedo gordo cerrando el puño y comencé a presionar su ano. Escupí sobre mi mano los líquidos de su vagina para ayudar, pero no hizo mucha falta, ella al notar mi puño en su culo presiono contra el y casi se lo mete del golpe, entro hasta la mitad y con un poco de miedo continúe haciendo fuerza hacia sus entrañas, cuando me quise dar cuenta su esfínter se cerro sobre mi muñeca, era una sensación impresionante, sentir mi mano dentro de su cuerpo, «aaaaahhhh muévelo puta blanca», comencé a moverlo despacio, con miedo de lastimarla, pero estaba claro que eso no era la primera vez que lo hacia. Cada vez la follaba con mas fuerza el ojete con mi puño mientras sus babas vaginales me caían en la boca a chorro, de repente sin avisar un squirt me comenzó a salpicar en la cara, ella convulsionaba de placer y seguía tirando liquido de su coño. Cuando la fuente se paro ella cayo rendida hacia adelante y con un susurro «sácamelo despacio».
Deshice el camino que había hecho mi puño en su culo que se quedo abierto como un túnel mientras se cerraba lentamente recuperando su tamaño normal, retire mi otra mano de su vagina y empecé a limpiarme de la corrida que me había puesto perdida de líquidos toda la camiseta. Ella estaba destrozada, con la respiración aún acelerada y disfrutando de ese momento post orgásmico tan delicioso. «Joder como me has puesto tia, es como si me hubieras meado encima» le solté, ella empezó a reírse, «si debería habértelo dicho, pero lo mismo te habías rajado», no me habría rajado pero si quitado la camiseta para que no oliera a coño. «En ese armario hay ropa mía, ponte lo que quieras» me indico un armarito estrecho en una esquina de la cabina. Estaba claro que lo que tenia era todo super provocador asi que al final lo que me pude poner era un top negro sin tirantes que no dejaba nada para la imaginación, si me cruzaba con algún vecino se iba a poner morado mentalmente. Yasnely se levanto, recoloco su tanga y cerro su bata de trabajo sobre su cuerpazo. Se acerco a mi y me planto un morreo lamiendo hasta mis amigdalas «me gusto mucho zorra blanca, creo que vas a venir mucho a servir a tu diosa negra», joder con la esteticien, encima de corrérseme encima pretendía hacerme su esclava. Mi coño se volvió a mojar al oírlo.