Una Revelación en Madrid


Imagen de Claudio Scot en Pixabay
Después de varios días disfrutando juntos en Río, Miguel y Gloria decidieron volar a Madrid para conocer a la familia de Miguel. Él estaba emocionado por presentarla a sus padres, Pedro y Lucia, pero también un poco nervioso por cómo reaccionarían ante su relación con una transexual.
Cuando llegaron al hogar familiar, Miguel notó que su madre, Lucia, parecía sorprendida por la presencia de Gloria. No obstante, su padre, Pedro, fue muy amable y cordial, ofreciéndoles café y helado mientras hablaban sobre sus vidas.
Después de un rato, Miguel se despidió para salir con unos amigos, dejando a Gloria a solas con Pedro y Lucia. Él les pidió disculpas por haberlos dejado solos con ella, pero ellos le aseguraron que no había problema alguno.
Mientras tanto, en la sala de estar, Gloria se sentía cada vez más cómoda en el ambiente familiar. Pedro le ofreció un vaso de vino y comenzaron a hablar sobre su trabajo y sus intereses comunes. Lucia, por otro lado, observaba la situación con curiosidad, sin poder evitar pensar en Miguel cuando estaba fuera.
De repente, Gloria se levantó y se acercó a Pedro, besándolo en los labios con fuerza. Él quedó sorprendido pero no opuso resistencia mientras ella comenzaba a desvestirlo lentamente. Lucia observaba la situación sin poder creer lo que estaba ocurriendo.
Gloria continuó explorando el cuerpo de Pedro, acariciándolo y besándolo en todas partes. Finalmente, se situó entre sus piernas y comenzó a penetrarlo con su pene erecto. Pedro gemía de placer mientras ella lo montaba con fuerza.
Lucia no podía evitar mirar fijamente la escena que tenía ante sus ojos. A medida que avanzaba el encuentro, comenzó a sentir un intenso deseo y se encontró masturbándose en secreto mientras observaba a su esposo y Gloria.
Cuando Pedro llegó al clímax, Gloria continuó moviéndose durante unos momentos más antes de dejarlo caer sobre la cama. Luego, ella misma comenzó a eyacular, llenando el culo de Pedro con su semen.
Lucia no pudo evitar sentirse atraída por lo que acababa de ver. Se acercó lentamente a su esposo y comenzó a lamer el semen de su culo mientras él la miraba con asombro. Gloria se quedó observándolos, satisfecha y triunfante.
Cuando finalmente se calmaron, Pedro y Lucia se sentaron juntos en silencio durante un momento, tratando de procesar lo que había ocurrido. Miguel regresó poco después, encontrándolos a todos con semblantes sorprendidos pero también algo liberados.
La situación fue difícil de manejar al principio, pero pronto comenzaron a hablar sobre sus deseos y fantasías. Miguel confesó haber estado curioso por conocer el sexo anal durante mucho tiempo, y Gloria le aseguró que continuaria dispuesta a satisfacer ese deseo cuando regresaran juntos a Río.
La relación entre todos ellos se había vuelto más intensa y libre que nunca antes. A medida que avanzaba la noche, comenzaron a explorar sus deseos y fantasías juntos, descubriendo nuevas dimensiones de placer y pasión que nunca habían imaginado antes. Esa visita a Madrid fue una revelación para todos ellos, y sería recordada como uno de los momentos más inolvidables de sus vidas.