«Pegging», cuando la que penetra es ella

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piernas de mujer con arnes consolador para hacerle pegging a un hombre tumbado en la cama
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En la mente de los hombres heterosexuales desde tiempos inmemoriales el sexo consistia en penetrar a la mujer, eyacular y listo.

Por suerte las cosas cambian y el sexo en las parejas hetero van cambiando.

Si a alguien hace unos años le hubiéramos dicho que se iba a hablar abiertamente de como un juguete sexual para ellas estaba en el imaginario colectivo y casi todo el mundo sabe lo que es un «satysfier», simplemente no nos creerian.

Pero hay cosas que aún, a pesar de que cada vez mas se hacen en las relaciones sexuales consensuadas entre adultos como es el cambio de roles en los que la penetradora es ella y el penetrado es el, no son tan abiertamente tratadas en los ambientes sociales.

Partimos de la base que los hombres cada día mas asumen que su ano y su uso y disfrute no es algo que dependa de su condición sexual. Todos los hombres tienen uno, y junto con el en su interior esta la pequeña protagonista de nuestra historia, la próstata. Si amigas, la gran culpable de que a los tíos les guste el sexo anal es debido a la glándula prostática que se encuentra «accesible» desde el interior del ano. Solo aquel que lo ha probado puede cantar las excelencias del placer de la estimulación de la próstata con juguetes, dedos o artilugios de todo tipo que podamos introducir por nuestro agujero diseñado solo para expulsar cosas.

Pero el «pegging» no se trata solo de estimular la próstata llegando desde la puerta de atrás.

Esta practica suma muchos mas elementos que afectan a nuestro organo sexual mas grande, el cerebro.

Si queridos y queridas, la practica del pegging una de las cosas que acompaña es el cambio de roles, el hombre deja fluir su lado femenino, o mejor dicho lo que ellos entienden por lado femenino, se someten a que su pareja le penetre, normalmente con un dildo adosado a un arnés que se fija en la cintura de la señora que va a penetrarlo y se relaja siendo sodomizado por su pareja.

Lo que suceda en su mente, escenas de fantasías gay, pensar que son una mujer, o simplemente disfrutar del placer que les va a producir son otro tema que no vamos a tratar aquí.

¿Cómo preparase para el pegging?

Esta practica no deja de ser sexo anal con penetración. Para prepararnos podéis seguir la entrada donde tratábamos el tema de «Prepararse para el sexo anal». Repetiremos lo que siempre recomendamos con el tema del lubricante:

Cuando pienses que hay suficiente lubricante, añade mas lubricante

Por que como recordareis el ano NO tiene lubricación natural como si tiene la vagina.

Además la mucosa anal NO esta pensada para ser penetrada y es muy fácil de lastimar, arañar y hacer sangrar.

El tamaño importa

La lata nos sirve de referencia visual del tamaño real del dildo

Si chicos, aunque por desgracia no hablamos de vuestro pene, sino del que os van a introducir por el ano. Hay una tendencia, corroborada con dependientes de sex shop, que los hombre normalmente tienden a elegir tamaños de consolador, diríamos «excesivamente optimistas», en palabras llanas, demasiado grandes.

Si vuestro compañero quiere que useis la replica de algún actor porno, seguramente si es la primera vez probablemente sea la ultima.

Elegid algo asumible para vuestro virginal esfínter anal. Comenzad por algo pequeño y que poco a poco pueda llegar a ser algo mayor si es que la sensación de «dilatación» en el ano es algo que os guste.

Para estimular la próstata no hace falta un dildo de 25cm de largo y 5 cm de grosor. Sed humildes y empezad con algo pequeño pero juguetón.

Descubre relatos y testimonios de mujeres follando a sus hombres en: «Relatos pegging«

El ritmo y la profundidad

Aqui entra en juego la sensibilidad de vuestra compañera. Puede que si no sois muy delicados con ellas cuando la que recibe es ella os encontreis con un furioso empotramiento que no creemos que os vaya a gustar mucho sobre todo si sois novatos. Seguro que si os dan de vuestra propia medicina os planteareis según que tipos de empujones.

Por eso cuando es la primera o primeras experiencias el penetrado debe ser quien marque el ritmo y la profundidad. A medida que se sienta cómodo y el esfínter se relaje os ira pidiendo mas, jugar con el ángulo y recordar que su próstata no esta muy profunda y que se encuentra en la zona de la base del pene. Ahí es donde tenéis que apuntar con la cabeza del consolador que estéis usando para darle lo suyo a vuestro chico.

¿Y vosotras que sacáis de esto?

Seamos sinceras, aquí volvemos a la estimulación de nuestro cerebro. Muchas mujeres se sentirán excitadas por el mero hecho de «follar» a sus hombres, otras se excitaran al oír a su chico gemir como un cerdo cuando le metan el dildo, os aseguro que gimen a tope cuando se lo meten, o simplemente quieren probar algo nuevo y dar placer a su pareja.

Dentro de los artilugios para el pegging existen unos muy curiosos que están diseñados para no tener que usar ningún arnés para fijarlo, su base tiene una forma anatómica para que lo introduzcáis en la vagina y así podáis darle lo suyo y recibir lo vuestro.

Dildo «manos libres» para que el pegging sea una penetración «mutua»

No olvidemos que en muchas ocasiones estas practicas se relacionan con el poder en la pareja, y si tenéis el poder después de usarlo con el podéis terminar con un buen trabajo oral, o si es potente quizás podáis cambiar el tercio y pasar de empotradora a empotrada.

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