Posición del mayordomo o la doncella

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Tiempo de lectura: 2 minutos La posición del mayordomo o de la doncella es una de las preferidas por muchas parejas que practican en sus relaciones sexuales fantasias bdsm o de dominación y sumisión.

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La posición del mayordomo o de la doncella es una de las preferidas por muchas parejas que practican en sus relaciones sexuales fantasias bdsm o de dominación y sumisión.

Está pensada para recibir sexo oral y caricias, especialmente anilingus y cunilingus. Por supuesto si es un hombre la parte de la pareja que está de pie para recibir un buena felación.

En esta postura la parte de la pareja que recibe las atenciones está de pie y quien las proporciona esta de rodillas en el suelo. Es especialmente indicada para practicar el beso negro ya que queda a la altura perfecta del amante arrodillado su boca para prestar esa caricia tan íntima.

El mayordomo se arrodilla tras la pareja que tiene que abrir las piernas para facilitar el acceso a su ano, vagina o pene. Es recomendable apoyarse en algún objeto como una mesa, silla o pared ya que pueden temblarle las piernas por el tratamiento oral que va a recibir, además hará que sea más sencillo acceder a las zonas erógenas de la pareja.

La posición del mayordomo puede ser un buen juego preliminar o constituir el plato fuerte del acto sexual. El mayordomo puede incorporarse y penetrar fácilmente a su pareja una vez que ha dado una atención intensa a su ano, vulva o pene.

El ano es una de las zonas con más terminaciones nerviosas y su estimulación con la lengua es una de las sensaciones que deberían ser probadas. Hay que tener en cuenta que la zona del ano puede tener muchas bacterias y que debe procederse a una limpieza concienzuda antes de aplicar nuestra lengua sobre el ano. Es ideal hacerlo recién duchada.

El beso negro es una caricia que no está reservada a un solo sexo, aunque algunos hombres pueden tener reparos por su educación y no sentirse cómodos ni dándola ni recibiendola.

Las mujeres también se pueden sentir cohibidas por recibir esa caricia, es una zona muy íntima y que tiene que hacerse solo si se tiene la adecuada complicidad e intimidad con la pareja. 

Si la pareja tiene una diferencia de altura en lugar de arrodillarse puede sentarse en el suelo para hacer coincidir su boca con el sexo de su pareja sexual.

Definitivamente es una postura en la que la persona que lo recibe está en un plano de superioridad y el que la da es el inferior en la relación en ese momento. Si esa posición os resulta excitante podéis añadirle la mano de la pareja de arriba sobre la cabeza o agarrando el pelo para indicar dónde y cómo quiere recibir el suculento lameteo de la lengua.

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