Noche para mi
Por fin se había ido. Tenía toda la noche para mí.
No perdí el tiempo. Me metí en la ducha y me di una limpieza a fondo.
Mido 1,70 y soy de constitución media. Tengo una polla ligeramente superior a la media y un culo al que le encanta que se lo dilaten. Es algo que nunca le he dicho a mi novia. Mi perversión personal.
Me sequé y entré en el dormitorio. Puse una toalla en el suelo junto a la cama. Fui al fondo del armario y cogí una caja.
Dentro había dos consoladores grandes, lubricante, un tanga y una cámara web con un cable muy largo.
A veces me conecto a Internet y me gusta verme jugando con mi agujero.
Dejo la caja cerca de mí para poder acceder fácilmente a mis juguetes.
Me pongo el tanga, que tiene una abertura por delante por la que puedo pasar el pene.
Cojo el lubricante y me pongo a cuatro patas. Me pongo una generosa cantidad de lubricante en el índice y el medio. Luego me doy la vuelta y aparto el fino trozo de tela que intentaba cubrirme el ojete. Procedí a masajearme el agujero con los dedos lubricados. Luego empecé a introducir lentamente los dos dedos en mi culo. Mi culo aguantaba fácilmente dos dedos, así que añadí un tercero y empecé a penetrarme lentamente con los dedos para prepararme para follar con mis grandes consoladores.
Seguí metiéndome tres dedos en mi agujero de puta cuando sentí una punzada en los huevos. Un poco de pre semen estaba goteando de mi polla semi erecta. Me puse de rodillas y coloqué mi mano libre debajo de mi polla chorreante y cogí un poco de pre semen. Me gusta usar mi semen como lubricante.
Saqué los dedos del culo y metí la mano en la caja. Saqué un consolador blanco de 25 cm de largo y 5 cm de grosor. Froto el semen en la cabeza del consolador. Coloco el consolador debajo de mí y empiezo a bajar sobre la polla falsa. Mantengo mi culo abierto mientras la cabeza empieza a penetrarme. Muevo el culo alrededor del consolador mientras intento adaptarme al tamaño del juguete. Empiezo con pequeños golpes, moviéndome adelante y atrás para coger el ritmo. Me acerco más al consolador y noto un poco de resistencia. Volví a menear las caderas mientras me sentaba sobre el consolador, dejando que estirara mis entrañas.
Mi polla semierecta empezó a palpitar y a gotear un poco más de semen. Lo recogí con los dedos y me restregué el líquido por los labios. De este modo, sólo tenía que lamerme los labios para saborear mi delicioso fluido.
Continué con pequeñas caricias, disfrutando de la plenitud que sentía al tener este consolador de 25 cm metido hasta las pelotas en el culo. Con el tiempo empecé a alargar los golpes y la velocidad.
Estaba montando el consolador a un ritmo moderado, sentado hasta que sólo la cabeza estaba en mi culo, entonces me sentaba todo el camino hasta que mis nalgas tocaron el suelo.
Esta es mi forma favorita de follarme, profunda y larga.
Continué montando mi consolador de esta manera, con ambas manos delante de mí. Cada vez que mi polla se agitaba y empezaba a soltar semen, me aseguraba de tener la mano abierta para recogerlo. A veces era un buen chorro espeso, pero la mayoría de las veces era fino y claro. Me aseguré de comérmelo todo.
Aceleré mi cabalgada, quería masturbarme.
A los pocos minutos de haberme penetrado, sentí un latido en el culo y gemí sin control. Me senté con fuerza sobre el consolador y dejé que mi culo palpitara alrededor de este gran juguete en lo más profundo de mi culo.
Creo que mi culo estaba listo para mi consolador favorito. BAM era un consolador negro gordo que medía 30 cm y tenía 5 cm de grosor.
Saqué a BAM de la caja. Era tan grueso que mis dedos no se tocaban mientras envolvía mi mano alrededor de esta polla falsa.
Me limpié un poco de pre semen de la punta de la polla y lo unté en el consolador. Me lo acerqué a la cara y empecé a lamerlo como si fuera una piruleta. Mi boca no se abre tanto como este consolador.
Me siento lentamente y dejo que el consolador que estaba en mi culo caiga al suelo con un ruido sordo.
Muevo ese juguete a un lado y coloco el grueso consolador negro debajo de mí. Utilizo una mano para mantener abiertas mis nalgas y la otra para guiar la cabeza del consolador hacia mi agujero.
Cuando la cabeza comenzó a penetrarme y abrirme, utilicé ambas manos para separar mis nalgas e intentar agrandar mi agujero para acomodar este grueso consolador. Me senté lentamente y dejé que la cabeza del consolador entrara. Me quedé sentada un minuto, acostumbrándome a la circunferencia del juguete. Bajé más sobre el consolador, disfrutando de la sensación de estiramiento que producía. Me detuve a mitad de camino y luego procedí a sentarme hasta que sólo la punta del consolador se apoyó en mi agujero.
Mi polla se había puesto completamente erecta anticipando la follada por el culo que estaba a punto de soportar.
Volví a meter la cabeza del gran consolador negro en mi culo y empecé a avanzar hacia BAM. Empecé a cabalgar con movimientos lentos y largos hasta que pude meterme todo el juguete hasta el fondo. Aumenté la velocidad y pronto estaba rebotando arriba y abajo en este consolador grande y grueso.
Mi culo estaba en el cielo. Me golpeaban y estiraban mientras seguía cabalgando este grueso consolador. Mi agujero empezó a latir y gemí de placer intenso. Mis pelotas se tensaron y bastó que me tocara la polla una vez para que empezara a correrme como una fuente.
Me sacudí la polla y cabalgué el consolador hasta que mi culo dejó de tener espasmos y todos los líquidos se vaciaron de mi polla.
Seguí cabalgando el consolador mientras me lamía el semen con la mano, saboreando mi propio sabor, dejando que mi polla flácida se agitara.
Después de unos minutos, sentí que mi culo había tenido suficiente. Me incliné hacia delante para dejar que el consolador cayera fuera de mi agujero. Me puse a cuatro patas para dejar que mi culo abierto tomara un poco de aire.
Vaya», oí, «qué culo más abierto».
Me doy la vuelta y veo a uno de los amigos de mi novia en la puerta…